En los últimos meses el desplome de los precios del petróleo, la caída de la economía (de la que los analistas aún no atinan a determinar cuántos puntos del Producto Interno Bruto decrecerá el país) y, consecuentemente, la baja de la recaudación de impuestos y derechos ha ocasionado que disminuya la bolsa de las participaciones federales a repartir entre entidades federativas y municipios.
Los pronósticos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) son que al final del ejercicio fiscal las participaciones desciendan en 89 mil millones de pesos, por tanto, ni con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) –que a junio de este año eran de 63 mil millones pesos, según la propia SHCP– se alcanzará a cubrir el faltante de las participaciones estimadas.
Esta situación en verdad es grave para la salud financiera de entidades federativas y municipios porque, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, en la cuenta pública del 2017 los ingresos de 23 entidades federativas del país dependían de las participaciones federales: entre 30 y 47.1 por ciento, una situación similar a la que presentan los municipios del país.
Para ayudar financieramente a los gobiernos locales, la SHCP formuló una propuesta para potenciar los recursos del FEIEF, misma que fue retomada por el Ejecutivo estatal y presentada para su aprobación a la Legislatura del Estado de México, cuyo propósito es fortalecer las finanzas locales para hacer frente a la pandemia del Covid-19, compensando la caída de las participaciones que habrá a partir de junio y hasta diciembre de 2020.
La Secretaría de Finanzas del gobierno estatal ha comentado que con esta estrategia de potenciación se pretenden obtener 70 mil millones de pesos adicionales a los 63 mil millones, lo que sumaría en total 133 mil millones de pesos para distribuirse entre los estados y municipios del país.
Con este esquema, en el 2020 los municipios recibirán recursos del FEIEF por adelantado, cubiertos con los del propio fondo, pero de años subsecuentes y, en caso de ser necesario, hasta con 4 por ciento del Fondo General de Participaciones que corresponda al municipio.
Desde mi personal perspectiva, esta es una oportunidad para que los estados y municipios moneticen una prerrogativa de ley, como lo es el FEIEF, sobre todo porque la operación no se considera un préstamo, ni financiamiento ni deuda pública. Y como no lo es, los municipios no firmarán ningún título de crédito, pues se operará mediante una carta compromiso para acceder a este Fondo.
Beneficios:
- Se accederá a recursos inmediatos (julio) para solventar acciones relacionadas con la atención al Covid-19 y, en general, para el destino que determine el municipio, porque su carácter es el de participaciones, es decir, de gasto libre.
- Suplirá la contratación de créditos bancarios y la necesidad de que, de manera particular, la legislatura apruebe la autorización de endeudamiento al municipio.
- Se hará de forma homóloga en muchos municipios de la entidad y el país, y tendrá el visto bueno del gobierno federal, estatal y poderes legislativos.
- Podrá reducirse mediante pagos anticipados, originados por incremento en las asignaciones del FEIEF.
- No se considera deuda pública, dado que no es un financiamiento adicional –no se firma algún título de crédito–; el FEIEF forma parte de los recursos participables establecidos en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y Ley de Coordinación Fiscal y, en tanto, se recibirá más FEIF este año y menos o nulo en próximos ejercicios fiscales.
Más adelante, cristalizado este instrumento de colaboración entre ámbitos de gobierno, en esta columna daremos cuenta de su avance y resultados.
