Los gobiernos utilizan la recaudación de impuestos, también conocida como recaudación fiscal, para financiar sus funciones como servidores públicos y aplicar programas públicos que satisfagan el bien social común. Siempre y cuando se realice con apego a las leyes y pensando en el bienestar social, esta acción permitirá medir la cantidad de dinero obtenida a través de impuestos, tasas y gravámenes, que será obtenida para financiar los servicios públicos del estado.
Usos de la recaudación fiscal
La mayor parte del gasto de un estado o país debe obtenerse a través de impuestos indirectos que graven al consumo, es decir, cuotas más altas para productos de lujo y tributación de las grandes empresas ubicadas en el país.
El gobierno elabora un presupuesto anual en el que determina y explica el gasto público total y las áreas a que será destinado. De este modo, se apega a los objetivos trazado durante ese periodo fiscal.
Algunas de las categorías que el Estado debe financiar son: la deuda pública, las pensiones de desempleados y jubilados, la educación, la sanidad, asistencia social y las fuerzas armadas y del orden público, entre otros programas que buscan cumplir con las demandas y requerimientos de la sociedad.
En ese sentido, los gobiernos deberán mantener el equilibrio con la recaudación, para evitar crisis sociales por problemas de economía. He ahí la importancia de esta acción que únicamente es posible con la cooperación y el cumplimiento de obligaciones de los ciudadanos.
¿Quiénes deben pagar impuestos?
Las personas físicas y las personas morales; las primeras son quienes se encuentran laboralmente activos (individuos); las segundas, son grupos de personas asociadas para laborar juntos (empresas).
Ambas están obligadas a presentar su Declaración Anual de Impuestos, al obtener ingresos por conceptos como los siguientes (y otros):
Si prestaron servicios profesionales (honorarios)
Si obtuvieron ingresos por rentar algún bien inmueble
Si realizan actividades empresariales comerciales, industriales, agrícolas, de autotransporte, etcétera, excepto los que tributaban en el Régimen de Pequeños Contribuyentes
Si enajeron algún tipo de bien
Si adquirieron bienes
Si han pagado nomina a sus empleados
Si administran fondos para el retiro o de sindicatos
Si prestaron servicios independientes
Si otorgaron o usaron el goce temporal de bienes
Si realizaron exportación de bienes o servicios
Si compraron vehículos para uso de la empresa
¿Cómo se lleva a cabo?
En México, una parte de la recaudación fiscal se realiza a través de la facturación electrónica del Sistema de Administracion Tributaria (SAT), que es la institución encargada de apoyar a los ciudadanos con esta actividad. Tanto las personas físicas como morales deberán conocer los procedimientos necesarios para realizar este proceso que puede realizarse de manera mensual o anual.
En ese orden de ideas, la recaudación se lleva a cabo a través de tres diferentes vías:
Impuestos
Obligaciones para toda la población que consisten en pagar en favor de un acreedor tributario. Tienen tres objetivos: fiscales, para costear servicios públicos; fines extra fiscales, que satisfacen el interés público o castigan alguna acción, (como el impuesto al tabaco); y los fines mixtos, que resultan de la combinación de ambos.
Dentro de los impuestos, existen dos clases:
Se aplican directamente a la capacidad económica del contribuyente.
No tienen en cuenta la capacidad económica de la persona que paga.
Tasas
Es una cantidad fija que se paga por utilizar algún servicio público. Por ejemplo, las cuotas de la tesorería de universidad pública, un colegio privado, entre otros.
Gravámenes
Se aplican a un mueble o un bien tangible a través de una cuota fija o variable, según sea el caso. Por ejemplo, las tarifas de importaciones o las arancelarias.
